Miércoles, 12 de febrero
Buenos días familia.
Albert Eisnstein dijo: "Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: la paz."
Sólo los que son capaces de irradiar paz, la tienen de verdad en su corazón. En la medida en que sabemos trasmitir paz a los demás, la poseemos en nuestro interior.
No tenderemos paz en nuestro corazón si no somos capaces de compartirla día a día, trabajando por la justicia, la verdad, la libertad y la fraternidad.
Únicamente son personas en realidad pacíficas, las que son pacificadoras.
Quien no trabaja diariamente por la paz, no la puede tener en su interior.
La paz es un don que se posee en la medida que se da. La paz, no es pereza ni pasividad, sino esfuerzo y trabajo constante para conseguir un orden fundamentado en los grandes valores éticos de la justicia, la verdad, la libertad y la fraternidad. Si queremos tener paz, irradiémosla.
Hoy en nuestra oración de familia, te decimos:
Guíame hoy, Señor:
En tus manos pongo mis pensamientos, mis acciones y mis palabras.
Guíame hoy, Señor, para no hacer daño a nadie. Guíame hoy, Señor, para trabajar.
Guíame hoy, Señor, para escuchar y consolar.
Guíame, Señor, de acuerdo a tu voluntad para pensar, decir y actuar. Amén.
Rezamos juntos el PADRENUESTRO