Miércoles, 18 de diciembre
Empezaremos situándonos en el Medidor emocional para reconocer cómo nos sentimos y después continuaremos con la oración como respuesta a lo que vivimos.
Por lo tanto: Tómate un momento, respira tranquilamente y respóndete…
¿La emoción que siento en este momento es agradable o desagradable? ¿Cómo es mi energía?
¿Ahora, mira el Medidor y sitúate en el cuadrante que responda a estas dos variables?
Dejamos unos segundos…
Y empezamos nuestra Oración de Familia
Las terceras semanas de cada mes, durante este curso, tenemos presente al VHG. Este curso celebramos el 200 aniversario de su salida de Belleydoux.
Hoy recordamos un desafío que enfrentó el Hermano Gabriel en el pequeño pueblo de Jeurre, en 1825. Fue nombrado maestro y catequista, y los habitantes del pueblo quedaron asombrados con él. Decían: “Habíamos pedido un maestro y nos han enviado un misionero”.
El Hermano Gabriel quería algo más: formar una comunidad de jóvenes comprometidos con la enseñanza y la fe. Reunió a algunos de ellos, y juntos empezaron a construir su sueño. Pero pronto, la casa donde iban a vivir se derrumbó, obligándoles a marcharse. Imagínate el golpe que significó ver caer, literalmente, lo que estaban intentando construir.
Sin embargo, aquí es donde brilla la figura del Hermano Gabriel: no se rindió. Su fe, su visión y su determinación lo llevaron a empezar de nuevo. Esta situación nos recuerda cómo los discípulos de Jesús también dejaron todo atrás cuando él los llamó. A pesar de los desafíos, confiaron en su misión.
Lectura:
“Jesús les dijo: 'Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres'. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron” (Mateo 4:19-20).
Esta historia nos invita a reflexionar:
- ¿Qué sueños estás construyendo tú?
- ¿Cómo puedes, al igual que el Hermano Gabriel y los discípulos, empezar de nuevo confiando en Dios?
- ¿Qué te sostiene en los momentos difíciles?
El Hermano Gabriel y los discípulos nos enseñan que, aunque el camino sea difícil y los sueños se tambaleen, la fe y la perseverancia nos permiten empezar de nuevo.
Acabamos con un Padre Nuestro.
V.H.G. – Ruega por nosotros.