Lunes, 28 de octubre
Empezaremos situándonos en el Medidor emocional y después escucharemos el Evangelio del domingo para reconocer cómo nos sentimos y ver que desde Jesús, siempre hay una respuesta a cualquier de las circunstancias que estemos viviendo.
Por lo tanto: Tómate un momento, respira tranquilamente y respóndete…
¿La emoción que siento en este momento es agradable o desagradable? ¿Cómo es mi energía?
¿Ahora, mira el Medidor y sitúate en el cuadrante que responda a estas dos variables?
Dejamos unos segundos…
Lectura del Evangelio del pasado domingo:
"En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, un mendigo ciego, Bartimeo (el hijo de Timeo), estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
«Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí».
Muchos lo increpaban para que se callara. Pero él gritaba más:
«Hijo de David, ten compasión de mí».
Jesús se detuvo y dijo:
«Llamadlo».
Llamaron al ciego, diciéndole:
«Ánimo, levántate, que te llama».
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo:
«¿Qué quieres que te haga?».
El ciego le contestó:
«“Rabbuní”, que recobre la vista».
Jesús le dijo:
«Anda, tu fe te ha salvado».
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino."
Palabra de Dios
(Respondemos: Te alabamos Señor)