Martes, 14 de noviembre
Nos has hecho libres, Señor,
no sujetos a cadenas interiores.
No queremos cuerpos prisioneros,
ni sometidos a las tinieblas como esclavos.
No creemos ni buscamos nuestra respuesta en la fuerza.
Tú te hiciste, por nosotros, un niño débil.
Y como si fueses un muñeco te clavamos en el Calvario.
Señor de la paciencia generosa.
Señor de la bondad incomprensible,
ayúdanos a vivir como Tú, desde nuestra libertad,
y así ser fieles a vuestro plan de amor.
(E. Malvido)
Señor, en nuestra oración de Familia hoy te decimos: Gracias, Señor, por invitarme a arriesgar y darme la confianza de un amigo, por invitarme a superar los miedos y a vivir desde la libertad, pero también desde la confianza de caminar siempre conmigo. Amén