Martes, 17 de octubre

En estos días, estamos asistiendo a una nueva oleada de violencia entre Israel y Palestina… 

En y por la tierra de Jesús.

En la misma tierra en la que Él anunció un nuevo Reino en el que brillara la paz, la justicia, la humildad…

Pero nos damos cuenta de que la mano del hombre no lo permite. 

Esta misma semana, el papa Francisco, en su discurso semanal desde la Plaza de San Pedro, en Roma, afirmaba que  "La guerra es una derrota”, cada guerra es una derrota. Todas las guerras son una derrota para el hombre.

Así que, en nuestra oración de familia, recemos por la paz en Israel y Palestina, recemos por cada uno de los muertos, por las familias que hoy sufren.

Y recemos por los gobernantes para que sean capaces de acabar con este odio, con este sinsentido de violencia e injusticia.

En un momento de silencio, 
tengamos presente ese conflicto para que la fuerza de la oración pueda poner un granito de arena en su fin.


Y después, recemos juntos un PADRENUESTRO