Miércoles, 21 de junio

Claro que esperamos ya el verano


En verano nos viene a la memoria

la mirada profunda de Jesús

sobre las flores hermosas de gracia,

los campos de trigo  dispuestos para la siega

la vid, los viñadores, y nosotros, los sarmientos;

la barca en el lago, las redes, los pescadores, de peces y de hombres;

el buen vino, la higuera,

mirandoelmarel pastor buscando la oveja extraviada,

los pájaros que el Buen Dios alimenta... 

así, como eran contemplados por Jesús

para quien el mundo entero

era una inmensa parábola en acción.

Así, la parábola de su vida, de nuestra vida

la parábola  del verano.


GRACIAS, SEÑOR, POR TODO LO VIVIDO EN ESTE CURSO

GRACIAS, SEÑOR, POR EL VERANO.