Enséñame a ver detrás de cada palabra y cada gesto un hermano;
Que pueda ver, Señor, en cada rostro tu propia imagen.
Enséñame a verlos como tú los ves,
dame la gracia de mirarlos a todos con amor,
como tú lo hiciste con Pedro, con Nicodemo,
con la Samaritana,
como hoy lo haces conmigo;
déjame mirarlos con la mirada cariñosa
con que tú miraste a Zaqueo y al joven rico.
Verlos como tú los ves.
Enséñame, Señor, a comprender
a cada uno en su mundo;
con sus tristezas, sus alegrías, con sus problemas;
ayúdame a amar a cada uno como es,
con sus temores, con sus esperanzas, aspiraciones.
Entra, Señor, en mi corazón.
Sánalo de la soberbia, del egoísmo, del orgullo,
sabes que muchas veces me resisto a aceptar a los demás como son;
Dame la gracia de perdonar, de ser generoso,
de ser misericordioso para que en todos
te encuentre a ti, Señor. AMÉN.