Lunes 7 de noviembre de 2022.

  Un testimonio del H. Gabriel Joven:

“Con otros cinco jóvenes que quisieron asociarse a mí, tomé el hábito religioso el segundo domingo de octubre de 1824, en la iglesia de Bouchoux. Ese día, sin lugar a dudas, fue uno de los más bonitos y consoladores de mi vida y nunca se ha borrado de mi corazón.”


El papa Francisco hablando recientemente a los jóvenes de hoy, nos decía: 

“Jesús, el eternamente joven, quiere regalarnos un corazón siempre joven. 



La Palabra de Dios nos pide: «Eliminen la levadura vieja para ser masa joven» (1 Co 5,7). Al mismo tiempo nos invita a despojarnos de lo que hay en nosotros de «hombre viejo» para revestirnos del «joven»

 Y cuando explica lo que es revestirse de esa juventud «que se va renovando» dice que es tener «entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, soportándose unos a otros y perdonándose mutuamente si alguno tiene queja contra otro» (Col 3,12-13). Esto significa que la verdadera juventud es tener un corazón capaz de amar. En cambio, lo que envejece es todo lo que nos separa de los demás.” (CV,13)


Para mí ¿qué es ser verdaderamente joven?